Análisis: ISIS no ha sido derrotado
POR THOMAS JOSCELYN | 22 de febrero de 2018
El mapa de ODNI de las áreas donde operan ISIS y Al Qaeda.
Nota del editor: Este artículo fue publicado por primera vez por The Weekly Standard.
El 19 de enero, el Pentágono lanzó su nueva Estrategia de Defensa Nacional. El segundo párrafo del resumen desclasificado de 14 páginas pintó una imagen terrible. "Hoy, estamos saliendo de un período de atrofia estratégica, conscientes de que nuestra ventaja militar competitiva se ha ido erosionando", advirtió el Departamento de Defensa. "Nos enfrentamos a un desorden mundial cada vez mayor, caracterizado por el declive en el orden internacional basado en reglas de larga data, creando un entorno de seguridad más complejo y volátil que cualquier otro que hayamos experimentado en la memoria reciente. La competencia estratégica interestatal, no el terrorismo, es ahora la principal preocupación en la seguridad nacional de Estados Unidos ".
Esa última línea atrajo una gran atención. Señaló que los planificadores de la defensa ya no quieren que las guerras jihadistas desencadenadas por los ataques del 11 de septiembre sean su foco principal. El resto de la descripción explica por qué. China es ahora un "competidor estratégico", mientras que Rusia busca "destruir la Organización del Tratado del Atlántico Norte y cambiar las estructuras económicas y de seguridad de Europa y Medio Oriente a su favor". Tanto China como Rusia "quieren formar un mundo consistente con su modelo autoritario". -contratar la autoridad de veto sobre las decisiones económicas, diplomáticas y de seguridad de otras naciones ". Mientras tanto, los estados canallas como Corea del Norte e Irán cada vez más amenazan los intereses estadounidenses. Mientras que el Departamento de Defensa reconoce que ISIS y otros "grupos terroristas" continuarán "asesinando a inocentes y amenazando la paz de manera más amplia,
En muchos sentidos, el documento de planificación del Pentágono tiene sentido. China y Rusia controlan recursos que superan con creces las capacidades de los jihadistas. Tienen misiles de punta nuclear; los yihadistas no. La brecha entre su destreza militar convencional y la de Estados Unidos se ha reducido algo. Rusia y China también usan otros medios, que van desde la presión económica hasta ciberataques, espionaje y desinformación, para desafiar la supremacía estadounidense. Mientras tanto, las guerras del 11 de septiembre han sido costosas. Pero a pesar de lo amenazantes que han sido, los yihadistas carecen de la capacidad industrial y la fuerza militar para ser un competidor de primer nivel. Es natural, dados estos hechos, que el Departamento de Defensa busque un reequilibrio.
Sin embargo, no será tan fácil alejarse de los yihadistas. ISIS y Al Qaeda han atado los servicios de seguridad en todo Occidente durante años. Miles de sospechosos de terrorismo en toda Europa requieren supervisión. El FBI ha sido inundado por cientos de casos en EE. UU. Que involucran terroristas potenciales. La CIA y las agencias de inteligencia aliadas continúan cazando terroristas profesionales que planean la destrucción masiva en Occidente. Agentes de ISIS y Al Qaeda aún amenazan a la aviación con bombas inteligentemente ocultas. Y mientras ISIS ha perdido su califato territorial, la lucha está lejos de terminar.
La semana pasada, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) presentó su evaluación anual mundial de amenazas al Senado. Contiene numerosas advertencias de que el pivote del Departamento de Defensa puede ser prematuro: "Durante el próximo año, esperamos que ISIS se concentre en la reagrupación en Irak y Siria, mejorando su presencia global, defendiendo su causa, planeando ataques internacionales y alentando su miembros y simpatizantes a atacar en sus países de origen ". El ISIS, advierte la evaluación de ODNI," ha comenzado -y probablemente mantendrá- una fuerte insurgencia en Irak y Siria como parte de una estrategia a largo plazo para finalmente permitir el resurgimiento de su -llamado califato, "y continuará" amenazando los intereses estadounidenses en la región ".
La conclusión: ISIS está lejos de haber terminado. Si bien la mayor parte del territorio que una vez estuvo bajo su dominio en Irak y Siria ha sido "liberado", el grupo aún conserva los recursos para librar la guerra de guerrillas indefinidamente.
Un mapa producido por ODNI subraya la naturaleza global de la amenaza. Fuera de Irak y Siria, los combatientes de ISIS continúan librando insurgencias en varios países. Y algunas de estas ramas del llamado califato todavía amenazan a los Estados Unidos y sus aliados.
Considera la situación en Egipto. En noviembre de 2014, un grupo vinculado a Al Qaeda conocido como Ansar Bayt al-Maqdis juró lealtad al emir del ISIS Abu Bakr al-Baghdadi. El grupo fue renombrado Wilayat Sinai, o la provincia de Sinai (del califato), y se comprometió a luchar por la causa del califato. Wilayat Sinai sigue siendo una amenaza para la seguridad del estado egipcio. Sus miembros volaron un avión ruso en octubre de 2015, matando a los 224 pasajeros y tripulantes a bordo. El bombardeo fue el primer ataque exitoso de los yihadistas en la aviación comercial desde los secuestros del 11 de septiembre. Wilayat Sinai ha asesinado a funcionarios egipcios, hostigado a la población local y llevado a cabo una serie de atentados con bombas contra mezquitas, miembros de tribus y cristianos. En ocasiones, la sucursal de ISIS ha sido lo suficientemente fuerte como para capturar puntos de control egipcios y desbordar las instalaciones de seguridad.
Los yihadistas del Sinaí son tan feroces que los hombres del presidente Abdel Fattah el-Sisi no han podido contenerlos por sí mismos. A principios de este mes, el New York Times confirmó un secreto apenas disimulado: Israel ha estado ayudando a los egipcios a perseguir a los líderes y comandantes de ISIS en la parte norte del Sinaí desde 2015. A pesar de la asistencia de expertos cazadores de terror de Israel, Wilayat Sinai no ha sido erradicado Justo la semana pasada, el grupo amenazó las próximas elecciones presidenciales de Egipto, programadas para fines de marzo. En un extenso video difundido por los canales de comunicación de ISIS, los hermanos del Sinaí del califato se comprometieron a extraer sangre de los "tiranos" y celebraron algunos de sus actos más atroces. En una escena, un yihadista se coló detrás de un oficial de seguridad egipcio, levantando lentamente su pistola hacia la cabeza del hombre antes de apretar el gatillo. El asesinato estaba destinado a enviar un mensaje al gobierno egipcio: Nadie está a salvo. Es una amenaza que Sisi ha tomado en serio. A principios de este mes, su gobierno anunció una gran campaña contra los yihadistas del Sinaí. Los egipcios han luchado por encontrar la fórmula contrainsurgente adecuada, lo que significa que los jihadistas probablemente continuarán amenazando el área en el futuro cercano.
En Libia, ISIS ya no controla el césped significativo. Pero hay razones para preocuparse de que los matones de Baghdadi puedan regresar. En el apogeo de su poder en el norte de África, a partir de 2015, ISIS gobernó la ciudad de Sirte durante más de un año. La ciudad natal de Muammar Gadafi y el sitio de la muerte del dictador libio en 2011, Sirte era más que una fortaleza simbólica. ISIS lo considera una de las tres ciudades más importantes bajo su control, que se ubica justo detrás de Mosul, Irak y Raqqa, Siria. Pero la rama libia de ISIS perdió el control de la ciudad en diciembre de 2016, después de un asedio prolongado por las fuerzas locales respaldadas por Estados Unidos.
Algunos de los sobrevivientes de ISIS se trasladaron a áreas remotas al sur de Sirte, en los desiertos de Libia, donde intentaron reagruparse. A principios de 2017, el gobierno de los EE. UU. Anunció que dos de sus campos de entrenamiento improvisados habían sido bombardeados después de que se descubrieran allí "conspiradores externos", es decir, agentes responsables de planear ataques terroristas en Europa o Estados Unidos. Algunos de estos terroristas pudieron haber estado directamente involucrados en el atentado de Manchester Arena en mayo de 2017, que dejó 22 muertos y cientos más heridos.
¿Cuántos hombres tiene ISIS dentro de Libia? Realmente no lo sabemos. El Departamento de Estado estima que ISIS tenía "hasta 6.000 combatientes en sus filas" en Libia a principios de 2016, es decir, antes del inicio de la lucha más encarnizada dentro de Sirte. Se cree que unos 1.700 jihadistas de ISIS fueron asesinados en la ciudad o en sus alrededores en los meses siguientes, en ataques aéreos de EE. UU. Y durante batallas terrestres. Esto implica que más de 4.300 miembros de ISIS se escabulleron o estuvieron estacionados en otro lugar dentro de Libia. Es posible que ISIS conserve un importante grupo de intransigentes en el norte de África.
En otras partes de África, ISIS tiene nuevas sucursales que buscan expandirse. En África occidental, un ex comandante de Al Qaeda llamado Adnan Abu Walid al-Sahraoui lidera un grupo que se atribuyó la responsabilidad de matar a cuatro soldados estadounidenses y cinco nigerianos en octubre pasado. Las circunstancias que rodean sus muertes son turbias, pero los hombres estaban patrullando en Níger cuando los jihadistas aprovecharon la oportunidad de atacar. Sahraoui y sus hombres han luchado en nombre del califato desde 2015. Por separado, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, también juró lealtad a Baghdadi en 2015. Boko Haram es famoso por una serie de asesinatos y secuestros de alto perfil, incluido el secuestro. de cientos de colegialas nigerianas. Incluso comparado con los psicópatas de Baghdadi, Shekau siempre ha sido uno de los yihadistas más perturbados del planeta. Sus formas desquiciadas llevaron a un despido en 2016, cuando ISIS nombró un nuevo líder para sus hombres en África Occidental. Shekau continúa dirigiendo su propio contingente de Boko Haram.
Al este, en el cuerno de África, el ISIS se ha labrado una pequeña pero mortal fuerza de combate. Con sede en la región autónoma del norte de Puntlandia en Somalia, otro ex comandante de Al Qaeda, Abdulqadir Mumin, encabeza un contingente de ISIS que realiza ataques regulares. Los hombres de Mumin han sido incapaces de capturar y mantener el terreno durante un período de tiempo significativo, y su lejanía dificulta su eficacia. Pero han explotado sus raíces locales, confiando en empresas somalíes para financiar su empresa.
Al otro lado del Golfo de Adén, en Yemen, los fanáticos de ISIS han agregado otra dimensión a una guerra ya compleja y multidireccional. En diciembre de 2017, el Comando Central de los EE. UU. Citó "estimaciones de inteligencia" de que el ISIS allí "se ha duplicado en tamaño durante el año pasado". Esto apenas habla de un esfuerzo en declive. Lo que es peor, el Pentágono ha advertido que ISIS "ha utilizado los espacios no gobernados de Yemen para planear, dirigir, instigar, recurrir y reclutar para atacar a Estados Unidos y sus aliados en todo el mundo". Los yihadistas usan el país devastado por la guerra como "un centro de reclutamiento, entrenamiento y tránsito de terroristas ".
La campaña aérea estadounidense en el sur de la Península Arábiga se incrementó dramáticamente el año pasado, con un número récord de ataques aéreos (131) contra jihadistas en Yemen. La mayoría de ellos golpean a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), que rechaza el califato de Baghdadi. Pero varios, por primera vez, golpearon la creciente presencia de ISIS. En octubre, el Pentágono dijo que "docenas" de militantes de ISIS habían sido asesinados en dos campos de entrenamiento yemeníes. Uno de los campamentos lleva el nombre de Abu Muhammad al-Adnani, un difunto portavoz de ISIS que ayudó a construir la campaña de terror de los jihadistas en todo el mundo. Adnani jugó un papel directo en la instigación y planificación de ataques en el corazón de Occidente. Que los jihadistas yemeníes se entrenan en su nombre es un presagio ominoso.
En Afganistán y Pakistán, los leales al EIIS luchan contra sus enemigos casi todos los días. Wilayat Khorasan, o la provincia de Khorasan del califato, ha perdido terreno significativo en el este de Afganistán, donde alguna vez controló varios distritos. Los Estados Unidos han perseguido sistemáticamente a varios de los emires de Wilayat Khorasan, interrumpiendo su cadena de mando. Pero los jihadistas siguen siendo resistentes, sobreviviendo a medidas tan extremas como el uso de Estados Unidos de una Gran Explosión de Artillería GBU-43 (también conocida como MOAB o "madre de todas las bombas") en la provincia de Nangarhar en abril de 2017. Era la primera vez que un MOAB, la bomba no nuclear más grande del arsenal estadounidense, se ha desplegado en combate.
Los representantes de Baghdadi regularmente reclaman operaciones en el corazón de Kabul, la capital afgana. En enero, un equipo de inghimasis altamente entrenados (guerrilleros que se sumergen en la batalla antes de llevar a cabo atentados suicidas) golpeó a la Universidad de Defensa Nacional Mariscal Fahim en Kabul. En marzo pasado, un escuadrón de inghimasi se infiltró en el Hospital Sardar Mohammad Daud Khan, la instalación médica más grande de Afganistán para el personal militar y sus familias. Mató o hirió a docenas.
Algunos afirman que los trajes como Wilayat Khorasan simplemente han adoptado la marca del califato y carecen de conexiones significativas con la empresa de Baghdadi. Esto no es asi El ejército de los EE. UU. Descubrió tejido conectivo. El general John Nicholson, comandante de las Fuerzas Armadas de EE. UU.-Afganistán y Respaldo Respaldo de la OTAN, ha explicado que existe una "conexión" entre Wilayat Khorasan y la sede de ISIS. El primer jefe de Wilayat Khorasan "pasó por el proceso de solicitud" y el grupo recibió "consejos", "publicidad" y "algún apoyo financiero" del ISIS. En junio de 2017, Estados Unidos bombardeó un "centro de producción de medios" del ISIS en el este de Afganistán. El Pentágono explicó que el bombardeo "interrumpió [sus] conexiones con ISIS principal en Siria".
Los combatientes de ISIS siguen siendo una amenaza tan lejana de Iraq y Siria como el sudeste asiático. Como en otros lugares, ISIS construyó una red en Indonesia, Malasia y Filipinas por cortejar a algunos yihadistas veteranos a su causa, al mismo tiempo que la electrificación de nuevos reclutas con sus éxitos iniciales del campo de batalla en 2014. Las autoridades de Indonesia y Malasia han interrumpido una serie de planes terroristas ligada directamente a operativos en Siria e Irak. Los gobiernos de Australia y Singapur también lo han hecho. En un caso sorprendente el año pasado, los australianos descubrieron que ISIS había enviado componentes de la bomba desde Siria a una célula dirigida a la aviación australiana. Mientras tanto, en el transcurso de varios meses el año pasado, las fuerzas armadas filipinas lucharon para expulsar a los jihadistas de la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao.
Mire nuevamente el mapa ODNI y notará algo más: ISIS no es la única amenaza jihadista. Al Qaeda vive, a pesar de los muchos intentos del gobierno de Obama por declararlo muerto. En algunos países, como Somalia y Yemen, la huella de Al Qaeda es más amplia y profunda que la de los equipos de ISIS. Un nuevo capítulo de Al Qaeda es especialmente prolífico en Mali y en los países vecinos. En Afganistán, Al Qaeda sigue fuertemente involucrado en la insurgencia dirigida por los talibanes. Aunque muchos en Washington, particularmente en el Departamento de Estado, nos quieren hacer creer que los talibanes y Al Qaeda son mutuamente excluyentes, muchos detalles muestran lo contrario. El líder adjunto del Talibán, Siraj Haqqani, es un aliado desde hace mucho tiempo de Al Qaeda. Y algunos de los facilitadores más importantes de los talibanes también sirven a Al Qaeda.
En septiembre de 2014, Ayman al Zawahiri, sucesor de Osama bin Laden, anunció la formación de Al Qaeda en el subcontinente indio (AQIS). Su misión principal es ayudar a los talibanes a reconquistar Afganistán. Hoy, los talibanes y sus aliados compiten o controlan más del 40 por ciento de los distritos de Afganistán, mucho más territorio que los portaestandartes del califato. Los talibanes también regularmente arrojan piedras a Kabul con bombardeos a gran escala y allanamientos estilo guerrilla. En el vecino Pakistán, Al Qaeda ha reorganizado elementos de varios grupos yihadistas de varios decenios bajo la bandera de AQIS, asegurando que la organización tenga poder de permanencia.
Al Qaeda espera usar las pérdidas territoriales de ISIS para ganar la lealtad de los jihadistas descontentos. Queda por ver qué tan exitosos serán estos esfuerzos, pero ya se está llevando a cabo una campaña de reclutamiento de Al Qaeda en varios de los puntos de acceso más importantes del ISIS discutidos anteriormente. Recientemente, por ejemplo, un grupo pro-Al Qaeda conocido como Jund al-Islam resurgió en el Sinaí después de varios años de silencio. Se está comercializando explícitamente como una alternativa al ISIS. Se ha informado que se están realizando esfuerzos similares en otros lugares, incluso en Siria. Al Qaeda ha enfrentado serios problemas de gestión en el noroeste de Siria, donde miles de combatientes estuvieron bajo su mando. Pero es demasiado pronto para excluir a Al Qaeda de esa pelea.
El Pentágono no está equivocado en su Estrategia de Defensa Nacional. China está subiendo. Y Vladimir Putin siempre verá a Estados Unidos como el adversario de Rusia. No es coincidencia que Irán y Corea del Norte -los dos estados deshonestos destacados en el nuevo documento de estrategia- se hayan beneficiado de la generosidad de China y Rusia. El gobierno de EE. UU. Tendrá que enfrentar nuevos desafíos de las cuatro naciones. Pero la revolución de los jihadistas se ha extendido por todo el mundo en los 16 años transcurridos desde el 11 de septiembre. En muchas de las áreas destacadas en el mapa de ODNI, la participación de Estados Unidos es lo único que se interpone en el camino de la aparición de nuevos emiratos islámicos. Para eso están luchando los jihadistas: para reclamar un nuevo territorio, ya sea para el califato de Baghdadi o para uno nuevo. Los Estados Unidos no pueden desear esta amenaza. ISIS no está derrotado. Tampoco lo es Al Qaeda.
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